Un cotizador digital mal configurado puede afectar tus ventas. Descubre los errores más comunes y cómo evitarlos para optimizar su uso.
Liliana Alcántara
5 de marzo de 2025
Los cotizadores digitales son herramientas en línea que permiten a los usuarios obtener precios estimados de algún producto o servicio de manera rápida y automatizada. Se utilizan en múltiples industrias como seguros, bienes raíces, e-commerce, servicios financieros, transporte y manufactura. Una de sus funciones es que permite a los usuarios obtener cotizaciones que se adapten a diferentes necesidades, sin necesidad de esperar la respuesta de un agente.
Implementar cotizadores en cualquier empresa puede ser una decisión que mejore y facilite la toma de decisiones. Aunque, como cualquier herramienta digital, un uso incorrecto de las mismas puede significar perdidas costosas. Por ello, a continuación te decimos los errores más comunes al utilizar cotizadores y como puedes evitarlos.
Uno de los errores más grandes es no mantener los precios actualizados, si existe algún error en la configuración no se podrán brindar los costos reales.
Solución: Implementa actualizaciones automáticas desde tu base de datos y establece revisiones periódicas para verificar la precisión. Asegúrate de que el personal a cargo pueda actualizar la información fácilmente.
Cuando las cotizaciones genéricas no se adaptan a las necesidades del cliente, no es posible realizar cotizaciones adecuadas. Esto puede deberse a la falta de variables clave, como cantidad, tamaño, materiales o servicios extra.
Solución: Permite la personalización de las variables antes mencionadas, incluyendo campos para notas o requisitos específicos del cliente. Utiliza la información del cliente (CRM) para personalizar la cotización.
Si las fórmulas están mal configuradas, existe la posibilidad de que se generen precios incorrectos.
Solución: Realiza pruebas exhaustivas con diferentes escenarios y utiliza fórmulas predefinidas y validadas. Implementa un sistema de comprobación antes de enviar la cotización.
Si el cotizador no se puede integrar, es posible que no haya opción de pagar directamente o registrar a clientes interesados.
Solución: Elige un cotizador que se integre con tus sistemas existentes y automatiza la transferencia de datos entre plataformas.
Los cotizadores digitales no tienen que ser tan complejos de usar, pues la interfaz debe ser intuitiva. Si el usuario se confunde o abandona el proceso, puede ser por qué el cotizador el difícil de usar.
Solución: Simplifica la interfaz y el proceso de cotización. Los diseños simples y claros, con instrucciones paso a paso y opciones predefinidas pueden ser de gran ayuda.
Si no se incluyen costos adicionales o impuestos, la cotización inicial puede parecer muy diferente al precio final, lo que causaría problemas con los clientes.
Solución: Crea una lista completa de todos los costos posibles, automatizando la inclusión de costos adicionales según las variables. Proporciona un desglose claro de todos los costos en la cotización, ya sean impuestos o tarifas de envío.
Un error en los cotizadores digitales puede ser no dar seguimiento a las cotizaciones enviadas.
Solución: Integra el cotizador con tu CRM para registrar y dar seguimiento. De ser posible, establece recordatorios para dar seguimiento a las cotizaciones.
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